Ser un líder receptivo te ayudará a construir relaciones en la oficina, que son el comienzo de grandes ideas y de un clima laboral productivo.
Las conexiones genuinas entre los miembros de un equipo son esenciales para superar retos y crecer. No importa qué rol desempeñes en el equipo, existen ciertos pasos que puedes seguir para conectarte con tus colaboradores
e ir mucho más allá del nivel superficial de interacciones como “¿Qué tal tu fin de semana?”. Esto dará como resultado un equipo más conectado y dedicado que es capaz de conseguir más éxitos.
A continuación comparto cinco áreas con las que he batallado personalmente y que han impactado en mis relaciones laborales, así como tips para superarlas y conectarme mejor con mi equipo:
El compartir empieza contigo. Cuando recién inicié, nunca compartía nada acerca de mis pasiones y motivaciones en el espacio laboral; la música, la tecnología, los deportes y la moda los guardaba para
mí. Sentía que como emprendedor joven, hacerlo me haría lucir poco profesional, y que eventualmente dañaría mi reputación.
Pero en los últimos años he cambiado. Ahora comparto más sobre asuntos de mi vida personal, como mi pasión por la escritura y la música. Al compartir no sólo me he conectado más con mi equipo, sino que he abierto una puerta
para que ellos se sientan cómodos compartiéndome cosas de sí mismos. Y lo hacen. Como resultado, tenemos un ambiente donde las personas son libres de ser quiénes son y donde no tienen que separar a su “yo” empleado del “yo” de
su hogar. Esto les permite sentirse cómodos de expresar sus opiniones. Y estas opiniones me han llevado a generar grandes ideas para nuestros clientes y crecimiento.
Hagan algo divertido juntos. Decidí usar la información que los miembros de mi equipo me compartieron acerca de sus intereses para crear oportunidades de conexión. Una vez que entiendes qué le apasiona
a tu equipo, podrán empezar a hacer esas cosas divertidas juntos.
Este tipo de conexión les permitirá a los miembros de tu equipo sentirse satisfechos con su vida personal y profesional al mismo tiempo. Así que planea un evento mensual con tu equipo. Lo que importa es la calidad del
tiempo que pasan juntos, no cuánto gastas en ello.
Aprende cuándo ser multitask. Recientemente noté que pasaba todas las reuniones con mi laptop enfrente de mí. En lugar de enfocarme en la conversación, respondía emails (lo que dificultaba realmente
conectarme con los demás y escuchar activamente sus ideas). Mi falta de atención me hacía parecer desinteresado en el tema e inhibía una conexión con la otra persona.
Ahora sólo hago multitasking cuando estoy solo y en las reuniones me enfoco en las personas sentadas enfrente de mí; esto crea mejores conexiones y hace que los miembros de mi equipo se sientan valorados.
Debes estar disponible, pero establecer expectativas. Me emocionan mucho las nuevas ideas, pero esa emoción me ha provocado conflictos cuando noto que no tengo tiempo disponible para llevar a cabo
esa nueva iniciativa. Por eso es importante establecer expectativas apropiadas.
He tenido que cambiar mi estrategia. En lugar de indicar que estoy disponible para una iniciativa, establezco mejores expectativas para mi involucramiento. Estas expectativas son importantes para mi equipo, pero más para
recordarme dónde tengo que invertir mi tiempo. Los miembros de tu equipo quieren tu empuje, pero necesitas balancear tu entusiasmo con tu agenda. Decir “no” a veces es mejor que decir “sí” y después decepcionar a las personas.
Sé constante, sin importar tu humor. Reflexionando, otra cosa que noté fue que mi humor general afectaba la manera en que trataba a los demás durante una reunión. Si me sentía triste y negativo, no
respondía con entusiasmo cuando un miembro del equipo compartía su éxito. Esto generaba confusión y les dificultaba a las personas el acercarse a mí –y esto, a su vez, cerraba el flujo de la comunicación.
Las demás personas no tienen que ponderar tu humor antes de acercarse a ti. Deben saber qué esperar. Así que trata de reiniciarte en cada reunión y no permitir que un mal humor afecte a todos a tu alrededor. Por ejemplo,
escuchar una canción siempre me ayuda a ponerme del humor que necesito antes de una reunión. Apoya a tu equipo de manera positiva y hazles saber que estás ahí para ellos. Demuestra que tienes la habilidad de silenciar los ruidos
negativos.
Fuente:
www.soyentrepreneur.com/