Las posibilidades de éxito están en tu contra, los esfuerzos requeridos para mantener tu cabeza arriba del agua son masivos (como el estrés) y al final del día, tu competencia puede salir con un mejor producto que hunda tu buque de guerra empresarial
y lance a tus clientes al agua.
Las cosas buenas no llegan tan fácil—al menos en mi experiencia. Convertirte en un experto requiere, enfoque, consistencia, disciplina y dedicación. En la armada, mejorábamos una habilidad en especial cada día, saltar,
disparar, sumergirse, tácticas de unidades pequeñas, verse bien (o no). Algunos días era divertidos, otros no tanto (nunca podías acostumbrarte al agua fría)
Pero lo que separa a un profesional de un novato no es solamente una prueba de habilidades, sino una medida de voluntad. El éxito de una startup sólo viene a aquellos dispuestos a dar su tiempo, hacer el trabajo y sacrificarse por el esfuerzo sostenido.Si
quieres ser mejor hablando en público no practicas escribiendo en tu diario. No es de extrañarse que el 46 por ciento de las startups fracasan debido a la salsa débil, también conocida como liderazgo pobre.
Desafortunadamente la incompetencia, los niveles bajos o inexistentes de autoconciencia, planeamiento pobre y las expectativas altas son prácticas comunes entre los llamados “líderes” que hacen todo menos guiar.De todas
maneras aquellos que escogen golpear a las posibilidades empresariales no lo hacen porque sus ideas son más innovadoras que las otras, (ok tal vez en algunos casos) sino porque ponen sus narices en la rutina y trabajan en la mejora
personal, en la de su equipo y la de sus clientes.
Y ¿sabes qué?, el liderazgo no es diferente.Mucho ha sido analizado, escrito y especulado sobre qué hace a un líder efectivo. Mi opinión es esta: si quieres mejorar cualquier cosa, debes practicar todos los días. Lo que
hace a los operadores especiales ser tan efectivos en un campo de batalla, se deriva de las mismas virtudes que convierte a los que aspiran a ser líderes a serlo en verdad, a tener un intenso deseo de ganar, mejorar y nunca rendirse.Las
actitudes fundamentales del liderazgo como confianza, empatía, humildad, saber escuchar, coraje y todas las demás habilidades que inspiran a otros y separan a los buenos de los grandes y a los mediocres de los superiores son los
mismos sin importar dónde estás o con quién estás.Las tácticas para hacer esto puede cambiar así como las personalidades y los contextos situacionales, pero el objetivo del liderazgo de crear valor para los demás se queda igual.
Toma por ejemplo a Dave Brailsford y su acuñada frase: “La Agregación de las Ganancias Marginales”. Como entrenador del equipo profesional de ciclismo de Inglaterra, Brailsford llevó a su equipo a la primera victoria del
país en el Tour de France simplemente enfocándose en el “margen del uno por ciento para mejorar en todo lo que haces” relacionado con el ciclismo. Su idea fue que todas las cosas pequeñas que las personas tienden a pasar por alto
porque “no importan” eventualmente se suman a convertirse en grandes cosas que sirven como el factor determinante entre el fracaso y éxito.
El resultado final: si quieres extender tu alcance emprendedor y mejorar como persona, un profesional y un líder, entonces afina los fundamentos que te impulsan todos los días
Fuente:
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