Fallar es una de las herramientas para alcanzar el éxito. Steve Jobs tenía 30 años cuando fue despedido de Apple, la compañía que él mismo había fundado. Lejos de deprimirse, consideró que era "lo mejor que le había pasado", según comentó públicamente
en 2005 en su famoso discurso de Stanford.
Haber fallado, explicó, lo liberó de la presión de tener que ser exitoso, permitiéndole un período de creatividad que se convirtió en el embrión del futuro y rotundo éxito de Apple.El camino hacia el éxito de un sinfín
de líderes y CEO está plagado de fracasos que sugieren que este paso no solo es parte sino que es necesario para tener éxito. ¿Por qué? porque usar el fracaso como una "llamada de atención" se transforma en una oportunidad para
comprender cómo se puede hacer mejor cualquier cosa. Y porque si no estás cometiendo errores, probablemente no estás tratando con demasiada fuerza.
1.- El valor de la introversión: Aunque el mundo de los negocios nunca ha sido particularmente amable con los introvertidos, 4 de cada 10 ejecutivos top -como Larry Page, cofundador y ahora CEO de Google- se identifican de ese modo. Y su éxito puede haber
llegado no a pesar de su condición sino que gracias a ella. Una idea respaldada por una nueva investigación sugiere que los introvertidos proveen un mejor ambiente para los equipos de trabajo que sus pares más extrovertidos.
2.- Saber escuchar: Muchos consideraban a Mark Zuckerberg como un problema. Naturalmente tímido, Zuckerberg incluso fue tildado de "medianamente autístico" como resultado de su temor ante las apariciones públicas. Pero
detrás de ello existe una gran capacidad de escuchar y eso distingue a muchos líderes del resto: mientras mejor lo sepas hacer, más personas querrán hablar contigo. Gracias a esta condición, Zuckerberg conformó un grupo de personas
apasionadas y leales que comparten su visión de Facebook y que en buena medida llevaron al éxito de esta red social.
3.- El humor:Antes de que Dick Costolo fuera CEO de Twitter era cómico. Y al parecer estas habilidades pueden haber jugado un rol muy importante en sus negocios. Empresarios exitosos como Costolo se han dado cuenta de
que un líder que anima a otros a reír tiende a ser menos jerárquico y también más innovador.
4.- El carisma está sobrevalorado: Una mirada a alguno de los mayores fiascos empresariales de la última década revela una alarmante tendencia: muchos eran dirigidos por líderes extraordinariamente carismáticos. No siempre
fue así. Entre 1960 y 1980 los CEO eran principalmente hombres de negocios que habían empezado desde abajo y que habían trabajado hasta llegar a la cima. Conceptos relacionados.
Fuente:
http: //www.managementjournal.net/