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Los empleados tienen un enorme impacto en el éxito de toda empresa. Si hacen un trabajo increíble, la compañía avanza; por el contrario, si los empleados se desempeñan mediocremente, el negocio se estanca.

¿Pero cómo puedes saber si tu equipo está teniendo o no un buen desempeño? La respuesta es bastante sencilla: estableciendo metas y métricas para cada empleado. Al fijar objetivos, tu personal sabe por qué trabajar y hacia dónde ir. Y al medir su desempeño en cuanto al cumplimiento de esos objetivos, tú y ellos sabrán si van por buen camino.

Establecer metas y métricas no siempre es fácil. Te compartimos algunos útiles consejos:

1. Haz que los empleados establezcan sus metas y revísalas.

Es mucho más motivante para los empleados el hecho de fijar sus propios objetivos, en lugar de simplemente dictárselos. Así que pídeles que establezcan sus metas, evalúalas y apruébalas o modifícalas cuando sea necesario.

2. Asegúrate que las metas estén dentro del control de tus empleados.

Debes asegurarte que cada miembro de tu equipo mantenga el control sobre la posibilidad de lograr o no sus metas. No fijes cosas que no puedan cumplir, ya sea por falta de recursos, porque estén fuera de su alcance o dependan de un tercero y de la situación del mercado.

3. Asegúrate que las metas sean medibles.

Como mínimo, tus empleados deben establecer metas mensualmente, aunque podrías considerar hacerlo en un periodo semanal e incluso diariamente. Lo que es esencial es que la meta esté atada a un periodo específico de tiempo.De forma similar, estas metas deben ser medibles con métodos claros y predeterminados. De no ser así, ni tú ni tu equipo sabrán si se han cumplido, lo que puede afectar su motivación y disminuir la moral.

4. Establece metas grandes y pequeñas.

Los empleados necesitan establecer tanto metas grandes, destinadas a alcanzarse en el largo plazo y que identifiquen lo que desean cumplir en el futuro, como metas más pequeñas que puedan conseguirse en poco tiempo y que signifiquen pasos para llegar a las grandes.Por ejemplo, un vendedor podría fijarse la meta de lograr $100,000 en ventas mensuales. Para alcanzarla, podría establecer otras que le permitan obtenerlo como realizar 100 llamadas diarias a nuevos prospectos, 25 a clientes pasados y generar 20 propuestas nuevas.Al definir y monitorear estas metas más alcanzables, los empleados mantienen un mayor enfoque en su trabajo y son más productivos.

5. Impulsa el reconocimiento grupal.

Reúnete con tu equipo en una junta grupal al inicio de cada mes. En esta reunión, cada miembro del equipo debe exponer las metas que alcanzó el mes pasado, cuál fue su desempeño y cuáles son sus metas para el próximo mes.Esta clase de juntas ofrecen una retroalimentación y colaboración positivas, que sirven para que los miembros del equipo mejoren su desempeño en aras de obtener la satisfacción de compartirlo con el resto del equipo.

6. Permite que los empleados vean resultados en tiempo real.

Tus trabajadores deben ser capaces de ver resultados en sus metas al menos diariamente. Hacer esto les permite entender cómo están progresando y qué cambios deben realizar para conseguir los objetivos a largo plazo.No hacerlo sería similar a no decirle a un atleta el marcador sino hasta que termine el partido. En cambio, hacerlo les dará una oportunidad de modificar su estrategia y desempeño según si van perdiendo o ganando.

7. Define metas creativamente cuando sea necesario.

Para algunos roles, como las ventas, las metas son fáciles de desarrollar. Pero en otros puestos, esto puede ser mucho más retador ya que no son del todo obvias o cuantificables. Para superar esta situación piensa el escenario ideal en el que la persona realizaría un excelente trabajo que contribuya al bien de la empresa.

Al alinear las metas de la empresa con las de los empleados, y proveyendo visibilidad en tiempo real para permitirles saber su progreso, tanto tu empresa como tu fuerza laboral se verán beneficiadas.

Fuente: http: //www.managementjournal.net/